Hacia el Siglo XXI
el Gran Magisterio del Infante Don Carlos,
Duque de Calabria (1964-2015)

Biografía

S.A.R. El príncipe Don Carlos de Borbón-Dos Sicilias y de Borbón-Parma nació en Lausana el 16 de enero de 1938. En 1960 fue creado Duque de Noto como heredero de su padre el Infante Alfonso, al asumir éste la Jefatura de la Casa Real de las Dos Sicilias. En el mismo momento y a causa de la exaltación de Don Alfonso al Gran Magisterio de la Orden Constantiniana, Don Carlos pasó a ser Gran-Prefecto de la Orden y Presidente nato de la Real Diputación.

Don Carlos, entonces Duque de Noto, en las bodas de su primo el príncipe de Asturias, Don Juan Carlos, con la princesa Doña Sofía de Grecia, en la que ejerció como uno de los padrinos (1962). Sobre el uniforme de Maestrante de Sevilla luce la banda celeste de la Orden

Don Carlos, entonces Duque de Noto, en las bodas de su primo el príncipe de Asturias, Don Juan Carlos, con la princesa Doña Sofía de Grecia, en la que ejerció como uno de los padrinos (1962). Sobre el uniforme de Maestrante de Sevilla luce la banda celeste de la Orden

En 1964 asumió, al morir su padre, los títulos de Duque de Calabria y Conde de Caserta, junto con el resto de dignidades anejas a la condición de Jefe de la Real Casa y Familia de las Dos Sicilias. Como primogénito farnesiano se convirtió en ese momento en Gran Maestre.

En 1965 casó con S.A.R. La princesa Doña Ana de Orléans, princesa de  Francia.

Los Duques de Calabria fueron padres de 5 hijos, SS.AA.RR. Las princesas Doña María Cristina, Doña María Paloma, Doña Inés y Doña Victoria de las Dos Sicilias, y de S.A.R. el príncipe Don Pedro, duque de  Noto.

 

 

 

 

 

 

Don Carlos y Doña Ana, jóvenes Duques de Calabria

Don Carlos y Doña Ana, jóvenes Duques de Calabria

En el año 2013 concedió a su nieto, S.A.R. El príncipe Don Jaime de las Dos-Sicilias, el título de Duque de Capua, en su calidad de heredero presuntivo, como primogénito de su hijo el Duque de Noto.

El Duque de Calabria era a su muerte el decano de los caballeros del Toisón de Oro, creado por su tío el Conde de Barcelona en 1964. Más tarde fue creado Infante de España por su primo el Rey de España, SM. El Rey Don Juan Carlos I, en 1994. Poco antes el mismo soberano nombró a Don Carlos presidente del Real Consejo de las Órdenes Militares Españolas, decano de los Consejos de la Monarquía de España.

 

 

 

 

 

 

 

 

Don Carlos con el hábito de Comendador Mayor de la Orden de Alcántara y las insignias de Presidente del Real Consejo de las Órdenes Militares Españolas

Don Carlos con el hábito de Comendador Mayor de la Orden de Alcántara y las insignias de Presidente del Real Consejo de las Órdenes Militares Españolas

Entre otras distinciones fue:

Comendador Mayor de la Orden de Alcántara

Gran Cruz de la Orden del Santo Sepulcro

Gran Cruz de la Orden de la Inmaculada Concepción de Villaviciosa (Real Casa de Portugal)

Gran Cruz del Mérito Militar, del Mérito Naval y del Mérito Agrícola (Reino de España)

Banda de la Orden Azteca (Estados Unidos de México)

Maestrante de las Reales de Valencia, Sevilla, Ronda Granada y Zaragoza

Caballero-Protector del Real Cuerpo de la Nobleza de Madrid

Primer Caballero del Real Cuerpo de la Nobleza de Cataluña.

 

 

 

 

 

 

Don Carlos representa a S.M. El Rey Juan Carlos I de España en una entrega de diplomas militares en España

Don Carlos representa a S.M. El Rey Juan Carlos I de España en una entrega de diplomas militares en España

Además de su actividad profesional, ocupó los cargos de:

Presidente del Real Consejo de las Órdenes Militares Españolas

Presidente del Patronato del Real Museo Naval de Madrid

Presidente de la Confederación Iberoamericana de Fundaciones

Presidente de la sección española de Colegios del Mundo Unido

Presidente del WWF en España

Patrono de la Fundación San Benito  de Alcántara (Spagna)

Patrono de la Fundación Banesto

Gran Magisterio

El dilatado período cubierto por el magisterio de S.A.R. El príncipe Don Carlos de las Dos Sicilias, Duque de Calabria e Infante de España, representa la plena adaptación de la Orden Constantiniana a la realidad de un mundo cambiante y confrontado a desafíos globales.

Durante el más de medio siglo de gobierno de Don Carlos ha quedado fijada de manera estable la estructura orgánica de la Orden.

Don Carlos junto a su primo el rey D. Juan Carlos I de España, quién es Bailío Gran Cruz de Justicia, con Collar, de la Orden Constantiniana

Don Carlos junto a su primo el rey D. Juan Carlos I de España, quién es Bailío Gran Cruz de Justicia, con Collar, de la Orden Constantiniana

La Orden, bajo su Magisterio, ha sido reconocida por estados que lo hacían previamente como la Santa Sede o la República Italiana, así como por otras naciones del mundo (el Reino de los Países Bajos, México o Estados Unidos). La Orden Constantiniana ha recibido un singular reconocimiento en España, lugar dónde radica desde 1960 el Gran Magisterio. El Reino de España, a través de 5 dictámenes de instituciones públicas emitidos en 1984 a instancias de la Casa de S.M. El Rey de España, reconoció  como Gran Maestre de la Orden Constantiniana y legítimo representante de la realidad histórica que supone el legado de la Real Casa de las Dos Sicilias al Duque de Calabria. Más tarde esta  decisión se ha visto refrendada por diversas declaraciones oficiales y normativas del Ministerio de Exteriores del mismo país.

Apoyado por la Real Diputación, Don Carlos auspició la creación de Comisiones nacionales para organizar la presencia creciente de la Orden en Europa y  America. 8 de las 9 Reales Comisiones nacionales existentes hoy día fueron creadas en ese período.

También se fijaron las líneas maestras de la actuación de la Orden en cuatro grandes ámbitos: el de la acción social o asistencial, el ámbito humanitario, el ámbito cultural, y, naturalmente la pervivencia de la vida religiosa de la Sacra Milicia.

 

 

Don Carlos recibe el saludo de su sobrino el rey Felipe VI de España

Don Carlos recibe el saludo de su sobrino el rey Felipe VI de España

En el ámbito social y humanitario la Orden se mantuvo fiel a las causas que había privilegiado la Orden bajo el magisterio del  Conde de Caserta: la ayuda de proximidad a las personas necesitadas, organizada a partir de las delegaciones, el auxilio en situaciones de emergencias como desastres naturales (terremotos de Campania 1980, terremotos de Umbria en 1997 y 1998, terremotos de Molise, 2002), la asistencia a las víctimas de la guerra en el Mediterráneo (ayudas a las poblaciones de Serbia y Kosovo en 1999), la concesión de becas a seminarios para la formación de sacerdotes.

También fue importante la actividad de la Orden en el terreno cultural y patrimonial durante el magisterio de Don Carlos, algo en lo que se percibe una continuidad con la vocación que el Conde de Caserta le quiso dar a la Sacra Milicia. Merecen la pena destacarse las ayudas proporcionadas por la Orden a la restauración de la basílica de San Francisco de Asís, tras los terremotos que la asolaron, o a la restauración de la fachada de la Catedral de Barcelona, dónde la Orden dispone de una capilla. También el impulso a iniciativas de difusión cultural como conferencias, conciertos benéficos o publicaciones sobre temas históricos, artísticos o religiosos.

 

Don Carlos junto con su Real Familia, recibidos en una Audiencia privada por el Papa Benedicto XVI en 2010

Don Carlos junto con su Real Familia, recibidos en una Audiencia privada por el Papa Benedicto XVI en 2010

Los estatutos de la Orden fueron adaptados a la realidad de los nuevos tiempos con las reformas de 1987 y 2004, aprobadas por la Santa Sede.

Desde 1992 se celebran investiduras de caballeros anualmente, estas ceremonias tuvieron lugar originariamente en la Basílica de Santa Croce in Via Flaminia durante la solemnidad de San Jorge, patrón de la Orden, ceremonias que han contado con la presencia del Gran Maestre. A partir de los años 2000 comenzaron a celebrarse también ceremonias en España, la primera de las cuales tuvo lugar en la Catedral de Barcelona, en el año 2003, lugar dónde la Orden tiene desde entonces una capilla asignada al culto, la Capilla de la Visitación.

La celebración de ceremonias de la Orden de forma regular en Roma, Madrid, Barcelona, Lisboa, Londres, Luxemburgo o París, hoy consolidada, es uno de los legados del Gran Magisterio de Don Carlos.

 

 

 

Don Carlos, en su calidad de Gran Maestre y de Jefe de la Real Casa de las Dos Sicilias, fue recibido por los sucesivos pontífices. Destacan sus encuentros con el SS San Juan XXIII, con S.S. San Juan Pablo II y con S.S. Benedicto XVI (última audiencia privada a la que pudo asistir el Gran Maestre, en 2010, acompañado por su esposa, sus hijos los Duques de Noto y su nieto el príncipe Don Jaime).

Don Carlos en 2012

Don Carlos en 2012

Don Carlos falleció el 5 de octubre de 2015 tras una enfermedad que le apartó de la dirección de la Orden durante sus últimos años de vida, en los que delegó sus funciones en su hijo el, entonces, Duque de Noto, Gran Prefecto de la Orden.

Fue sepultado en el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, tras celebrarse funerales de Estado con honores de Infante de España a los que asistieron SS.MM. Los Reyes de España Don Felipe VI y Doña Letizia, Don Juan Carlos I y Doña Sofía, así como una amplia representación de la realeza internacional, y de la sociedad italiana y española.

La presencia de un extraordinario número de Caballeros, Damas y Eclesiásticos de la Orden venidos de todo el mundo a sus funerales, pusieron de manifiesto la extraordinaria expansión de la Orden  en el mundo bajo este magisterio de medio siglo, que supo re-vigorizar a una institución con mil setecientos años de perspectiva histórica.