La Real Delegación en el Principado de Cataluña de la Sacra y Militar Orden Constantiniana de San Jorge solicitó a la Excma. Sra. Duquesa de Cardona (G. de E.), través de su Delegado, el Excmo. Sr. D. Francesc-Xavier Montesa, que aceptase el nombramiento de Dama Protectora de la Delegación, en atención a la singular vinculación de esa Casa Ducal con el Principado de Cataluña.
Esta petición, aceptada por la Duquesa de Cardona, le fue presentada en la Sala Capitular de la Santa Iglesia Catedral Basílica Metropolitana de Barcelona al finalizar la Ceremonia de Investidura de nuevos miembros de la Orden, en la que la propia Duquesa juró y recibió las insignias como nueva Dama de la Sacra Milicia.
El Delegado de la Orden en Cataluña, en su breve alocución, recordó la importancia de la Casa Ducal en la Historia del Principado de Cataluña. La Duquesa de Cardona, por su parte, aceptó honrada el título honorífico de protectora, y señaló su alegría por haber podido ingresar en la Orden, en Barcelona, singularmente en el momento de graves dificultades políticas que vive el antiguo Principado.
Estuvieron presentes en la ceremonia S.A.R. El Duque de Calabria, Gran Maestre; S.A.R. La princesa Dª Cristina de las Dos Sicilias, Gran Canciller; el Excmo. Sr. Duque de Hornachuelos, Presidente de la Real Comisión para España; S.A.R. El Príncipe Carlos Manuel de Borbón-Parma, Presidente de la Real Comisión para Francia; el Excmo. Sr. D. Amadeo-Martín Rey y Cabieses, Vice-Gran Auditor; el Ilmo. Sr. D. Daniel Aznar y Martínez-Albacar, Secretario de la Real Comisión para España; el Ilmo. Sr. D. Carlos de Corbera y Tobeña, Secretario de la Delegación de Aragón; y el Ilmo. Sr. D. Joan Parent i Margarit, miembro del Consejo de Gobierno de la Delegación de Cataluña.
Dª Casilda-Ghisla Guerrero-Burgos y Fernández de Córdoba, XXI Duquesa de Cardona y Grande de España, sucedió a su madre en el título en 1998. Su padre, D. Antonio Guerrero Burgos, Duque de Cardona consorte, fue Bailío Gran Cruz de Justicia de la Sacra Milicia, condecorado con el Collar, y Jefe de la Casa del Infante Don Alfonso, Duque de Calabria y Gran Maestre.
La Casa de Cardona se remonta a la temprana Edad Media. Los primeros miembros del linaje fueron los vizcondes de Osona, en el siglo IX, a partir de 1082, los Cardona usaron el título de vizcondes de su nombre. En 1375 el rey Don Pedro IV de Aragón llamado “el Ceremonioso” elevó el vizcondado a condado. Más tarde, en 1491, Fernando el Católico creó a su pariente Joan-Ramon Folch de Cardona, I Duque de Cardona. El Ducado se mantuvo en el linaje original hasta que en el siglo XVI pasó a una rama menor de la Casa Real de Aragón, los Condes de Ampurias y Duques de Segorbe (1564), donde permaneció hasta recaer en los Fernández de Córdoba (1608), Marqueses de Comares, a pesar de que estos conservaron el patronímico “Aragón y Folch de Cardona” mientras el título se mantuvo en su estirpe (1608-1697). En aquel momento el patrimonio de la Casa Ducal correspondía a un 6% del territorio sólo en el Principado de Cataluña. En 1697 el título, junto al resto patrimonio de la Casa entró en la Casa Ducal de Medinaceli y allí se mantuvo hasta que, en 1950, fue otorgado a la XX Duquesa de Cardona, quedando de nuevo separado y exento de otros como título privativo (volviendo así a la situación anterior a 1564).
Por ser una de las más viejas estirpes del Principado y el primer (y durante mucho tiempo único) Ducado de Cataluña, los Duques de Cardona fueron primados de la Nobleza de Cataluña y Presidentes del Estamento o Brazo Militar en las Cortes, gozando además de un rango particular entre los príncipes de la Casa Real (a la que pertenecían desde 1564) y el resto de los Grandes de España.