La Dinastía de los Ángelos y la tradición Bizantina (siglos xvi-xvii)

Angelo Maria Angelo Flavio Comneno, príncipe de Macedonia, VI (40º) Gran Maestre de la Orden
Angelo Maria Angelo Flavio Comneno, príncipe de Macedonia, VI (40º) Gran Maestre de la Orden

De Constantinopla a Roma

La documentación fehaciente relativa a la Orden Constantiniana empieza en el siglo XVI. Así, los primeros Grandes Maestres de la Orden propiamente dicha cuya existencia y dignidad está fuera de duda fueron Andrés II Ángelo Flavio, Príncipe de Macedonia, Duque de Durazzo y de Drivasto (+1479); y su hermano y sucesor Pedro I (+1511). Un primo de ambos, Paolo Ángelo fue arzobispo de Durazzo.

Filippo Musenga, Secretario de la Real Diputación de la Orden en tiempo de los primeros Grandes Maestres de la Casa de Borbón, historiador eminente de la Orden, sostiene que 600 caballeros constantinianos murieron junto al emperador Constantino XI Paleológo defendiendo Constantinopla, la última capital del viejo Imperio Romano, del ataque otomano en 1453.

Armas de los Ángelos, Grandes Maestres de la Orden Constantiniana hasta 1697
Armas de los Ángelos, Grandes Maestres de la Orden Constantiniana hasta 1697
Juan Andrés I Flavio Comneno, Príncipe de Macedonia y Duque de Durazzo, IV (38º) Gran Maestre (1572-1630)
Juan Andrés I Flavio Comneno, Príncipe de Macedonia y Duque de Durazzo, IV (38º) Gran Maestre (1572-1630)

Un historiador reciente de la Orden descubrió que los Ángelos era nobles de Drivasto que habían servido como señores de la guerra al servicio del caudillo albano Scandenberg, pasando posteriormente a ser condotieros de la Serenísima República de Venecia. [Desmond Seward, Italy’s Knights of Saint George, Gerrard’s Cross, 1986].

Parece evidente que los Grandes Maestres de la dinastía Ángela Flavia recibieron un importante apoyo de Roma. La Santa Sede les  consideró como los líderes posibles de una Cruzada contra los turcos, capaces de devolver Bizancio a la obediencia antigua de Roma. A mediados del siglo XVI, los Papas  reconocieron las pretensiones imperiales de los príncipes Ángelos Flavios: la bula Quos alias, firmada el 17 de julio de 1551 por Julio III constituye la primera referencia pontificia a la Orden, en la que se garantizan ciertos privilegios a los príncipes Andrés y Jerónimo Ángelo. Los príncipes Ángelos se pusieron bajo la protección espiritual del Patriarca de Alejandria a través de una Admonición del 7 de noviembre de 1575, en la que el Jefe de la Casa era designado como «Gran Maestre de los Caballeros Constantinianos». El año siguiente un breve apostólico con fecha de 10 de octubre de 1576 reconocía el derecho de los «Caballeros Constantinianos o Dorados» a obtener beneficios eclesiásticos como miembros de una «Religión».

Sepulcro de Don Miquel de Boera, Capitán General de las Galeras del rey Fernando el Católico de Aragón, Caballero de la Orden Constantiniana. Iglesia de Santa Ana de Barcelona (Antigua Colegiata del Santo Sepulcro)
Sepulcro de Don Miquel de Boera, Capitán General de las Galeras del rey Fernando el Católico de Aragón, Caballero de la Orden Constantiniana. Iglesia de Santa Ana de Barcelona (Antigua Colegiata del Santo Sepulcro)

Investigaciones recientes han revelado como un insigne marino español coétaneo, Don Miquel de Boera, Capitán General de las Galeras del rey Fernando el Católico de Aragón, era caballero de la Orden a principios del siglo XVI. Boera, cuya fecha de defunción no es conocida, vivía aún en 1543. Su sepulcro fue restaurado y recuperado para su ubicación original, en la parroquia de Santa Ana de Barcelona, antigua Colegiata del Santo Sepulcro, gracias a la Delegación en Cataluña de la Orden Constantiniana.

Los primeros Estatutos publicados, Venecia, 1573

Los primeros estatutos de la Orden fueron publicados en Venecia, dónde residían los Grandes Maestres, en 1573, reeditados seguidamente en Piacenza (1575), Padua (1577), Roma y Rávena (1581), Milán y Bolonia (1583), Madrid (1588) y Trento (1624). En ellos no sólo se invocaba la fundación bizantina de la Orden, sino el hecho que los estatutos de la misma habían sido concedidos por el Emperador Isaac Ángelo en 1191.

Los estatutos empiezan así:

«Noi Hieronimo Angelo, Principe di Tessaglia, Duca e Conte di Drivasto, ecc, Sovrano e Gran Signore dell’Illustre Militia Aureata Angelica di Costantino, ordiniamo che si come e stata sempre per la passati nella nostra felicissima e Imperial Casa Angela cossi anco sia per l’avvenire, cioe, che tutti i nostri legittimi e naturali discendenti, siano in perpetuo Sovrani Patroni e Gran Signore de’ Cavalieri Aureati, Angelici, di Costantino Magno nostro progenitore sotto il titolo e sotto la protezione del beato Martire San Giorgio».

Estos textos nos permiten identificar a los primeros miembros conocidos de la Orden, entre los que se destaca el noble Pietro-Antonio de Advocatis, oficial de la Orden.

El reconocimiento internacional de la Orden

Por la bula Cum a sicut accepimus, del 10 de julio de 1585, el papa Sixto IV, confirmaba el privilegio de los caballeros profesos de la Orden a disfrutar de beneficios eclesiásticos, y en un decreto posterior de Clemente VIII, de 1596, se eximía de solicitar el permiso pontificio para hacerlo.

La Orden atrajo a algunas personalidades eminentes -dos sucesivos Dux de Venecia : Alvise Mocenigo and Sebastiano Venier, en 1576- y en 1595, Felipe II de España fue el primer Gran Soberano Europeo en reconocer las pretensiones imperiales de los Grandes Maestres. El emperador Fernando II a su vez reconoció a la Orden y las pretensiones de sus Grandes Maestres por letras patentes publicadas en la Dieta de Regensburg, el 7 de noviembre de 1630; reconocimiento renovado por su nieto el emperador Leopoldo el 25 de junio de 1671. La Serenísima República de Venecia, por su parte, acordó su protección formal a la Orden el 6 de marzo de 1671, como lo hiciera más tarde el rey de Polonia, Juan III Sobieski, el 11 de mayo de 1684.

Sebastiano Venier, Dux de Venecia y caballero de la Orden
Sebastiano Venier, Dux de Venecia y caballero de la Orden
Alvise-Mocenigo, Dux de Venecia y caballero de la Orden
Alvise-Mocenigo, Dux de Venecia y caballero de la Orden
Felipe II reconoció el Gran Magisterio de los Ángelos en 1595.
Felipe II reconoció el Gran Magisterio de los Ángelos en 1595.
proyecto iconográfico para una Historia de la Orden Constantiniana realizado por Antonio Tempesta. En la parte superior del frontispicio se pueden ver los escudos de Felipe II, del Papa Clemente VIII Aldobrandini (que favoreció a la Orden) y de Juan Andrés I Ángelo Flavio (Gran Maestre de la Orden entre 1572-1623)
proyecto iconográfico para una Historia de la Orden Constantiniana realizado por Antonio Tempesta. En la parte superior del frontispicio se pueden ver los escudos de Felipe II, del Papa Clemente VIII Aldobrandini (que favoreció a la Orden) y de Juan Andrés I Ángelo Flavio (Gran Maestre de la Orden entre 1572-1623)
Leopoldo I confirmó su reconocimiento a la Orden y la transmisión del Gran Magisterio a los Farnesio
Leopoldo I confirmó su reconocimiento a la Orden y la transmisión del Gran Magisterio a los Farnesio
Juan III Sobieski, rey de Polonia-2
Juan III Sobieski, rey de Polonia

Un breve cambio dinástico en el Magisterio: Marino Caracciolo, príncipe de Avellino

Los Ángelos Flavios se vieron constantemente afectados por problemas finacieros, lo que en 1623, les forzó a ceder el Gran Magisterio de la Orden a Marino Caracciolo, príncipe de Avellino, de forma vitalicia (el príncipe Marino, Gran Maestre murió en 1631, momento en que la dinastía Ángela recuperó el Gran Magisterio). La familia Caracciolo había ya dado un insigne Gran Prior a la Orden en la persona de Vicenzo Leosante Caracciolo, nombrado en 1583; y, tras el traslado del Gran Magisterio a Nápoles, a mediados del siglo XVIII, no existe período en el que no contase la Orden con un caballero de esta misma Casa.

Marino II Caracciolo, príncipe de Avellino, Gran Maestre de la Orden Constantiniana
Marino II Caracciolo, príncipe de Avellino, Gran Maestre de la Orden Constantiniana
Blasón de Marino II Caracciolo, príncipe di Avellino, Gran Maestre fugaz de la Orden Constantininana-ARMORIAL DEL TOISÓN DE ORO
Blasón de Marino II Caracciolo, príncipe di Avellino, Gran Maestre fugaz de la Orden Constantininana-ARMORIAL DEL TOISÓN DE ORO

Algunos Caballeros Constantinianos (siglos xvi y xvii)

Caballero Constantiniano copia
Caballero Constantiniano copia
Hábito de Coro de Caballero en el siglo XVII
Hábito de Coro de Caballero en el siglo XVII
Conte Maiolino Bisaccioni
Conte Maiolino Bisaccioni
Don José Miguel y Márquez, Caballero Constantiniano, con Nuestra Señora del Buen Suceso (J. de NOORT)
Don José Miguel y Márquez, Caballero Constantiniano, con Nuestra Señora del Buen Suceso (J. de NOORT)