Fiel a su naturaleza religiosa, uno de los aspectos fundamentales en la vida de la Orden Constantiniana es la participación en el culto por parte de sus miembros. Los caballeros, damas y eclesiásticos de la Orden participan en la vida religiosa de sus ámbito geográfico y diocesano tanto en el plano espiritual como en el litúrgico.
Los caballeros, damas y eclesiásticos de la Orden participan en las manifestaciones religiosas de la vida cívica, presentes en las procesiones de Corpus Christi, Semana Santa o de las festividades de su ámbito local (entre otras) y singularmente en los oficios de su patrón, San Jorge. La Orden tiene su sede canónica magistral en la capilla de San Jorge de la basílica romana de la Santa Croce in Via Flaminia, construida con la contribución de la Orden Constantiniana, entre 1912 y 1918. En ella se celebran las grandes solemnidades anuales de la Orden: San Jorge y la fiesta de la Exaltación de la Cruz.
Las Comisiones nacionales y Delegaciones regionales de la Orden cuentan con capillas en diferentes catedrales, basílicas e iglesias que usan como sede canónica de sus respectivas demarcaciones territoriales.
Es el caso, por ejemplo, de la capilla de la Visitación en la Catedral de Barcelona, o la capilla de San Jorge en la la iglesia castrense de la misma ciudad -sedes de la Delegación de la Orden en Cataluña. La Orden celebra con regularidad sus ritos en otros lugares sagrados como la Catedral Castrense de Madrid, la Catedral de Nola
en la provincia de Nápoles, la Catedral de Nôtre-Dame en Luxemburgo, la basílica de la Anunciación en Florencia, la basílica de Padua, la basílica de Nossa Senhora dos Mártires de Lisboa (con el albergue anexo a cuya construcción contribuyó la Comisión portuguesa de la Orden), las iglesias de la Ascensión de Chiaia en Nápoles, o la iglesia de la Santísima Trinidad y el convento anexo de los Ermitaños de San Agustín de Viterbo.