Caballeros, damas y eclesiásticos de la Delegación de Castilla-La Mancha y Murcia participaron en la celebración eucarística presidida por el Excmo. y Rvdmo. Monseñor D. Ángel Fernández Collado, obispo emérito de Albacete, Capellán Gran Cruz de Mérito de la Orden y protector de dicha delegación; concelebrando el presidente del Cabildo Catedralicio de Albacete, el Ilmo. y Rvdmo. Sr. D. Luís Enrique Martínez Galera, Capellán de Mérito de la Orden Constantiniana; el Ilmo. y Rvdmo. Sr. D. José Miguel Fernández Fernández, Capellán de Mérito de la Orden Constantiniana.
A la ceremonia asistieron numerosos miembros de la sociedad albacetense, autoridades y representantes de las diferentes asociaciones, cofradías e instituciones. La celebración estuvo acompañada del coro de la parroquia del Buen Pastor. A la finalización de dicha solemnidad, el Ilmo. Sr. D. Rafael Marcos Pardo, delegado de la Orden en Castilla-La Mancha y Murcia, tomó la palabra recordando la festividad tan importante que se estaba viviendo junto a un saludo cordial y afectuoso hacia todos los presentes.
También quiso destacar la gran labor que a lo largo del año se realiza con el esfuerzo y compromiso de todos y cada uno de los componentes de la delegación. Así mismo, quiso tener un recuerdo muy especial hacia Monseñor Fernández Collado, a quien el Papa Francisco ha aceptado recientemente su renuncia al gobierno de la diócesis de Albacete, al cual le trasladó “el agradecimiento y cariño que S.A.R. El Duque de Calabria, el presidente de la Comisión para el Reino España el Duque de Linares, los delegados en España y la Familia que conformamos esta delegación le queremos trasmitir por todo lo que nos ha enseñado, nos ha valorado y nos quiere” además también agradeció a su secretario personal y vicecanciller de la diócesis el reverendo D. José Miguel Fernández Fernández el amor, entrega y colaboración constante no solo hacia nuestra diócesis sino a nuestra orden y nuestras familias.
Finalizó su alocución recordando que “El espíritu constantiniano SE RESUME en ser dignos de la Cruz que nos hace victoriosos, y de aprender del ejemplo de Cristo, de su servicio y de su amor al prójimo por encima de todas las cosas” y añadió “que nuestras armas son ahora, la solidaridad junto al compromiso y nuestro combate es el testimonio personal. Los caballeros y damas del siglo XXI, debemos ser consecuentes de nuestras acciones, mostrando ejemplaridad en todas las circunstancias de nuestra vida”
Acabada su alocución, tomó la palabra el secretario Canciller de la delegación el Ilmo. Sr. D. Manuel Augusto Mateos y Rodero, quién dio paso a la entrega de recompensas y reconocimientos con aquellas personas que contribuyen con la Orden Constantiniana de San Jorge desinteresadamente.
Se entregaron los diplomas de la Medalla de Benemerencia de oro y bronce, a toda una vida ejemplar de servicio a la Iglesia por la vitalidad, esfuerzos y entrega y una conducta intachable y ejemplar, al Ilmo. y Rvdmo. Sr. D. Luís Enrique Martínez Galera y al Ilmo. Sr. D. Francisco Javier López y Galiano.
Del mismo modo, por su colaboración, ayuda y predisposición con nuestra Sacra Milicia, se reconoció a Dña. Adela Cajo Sáez, su labor desinteresada con la Orden Constantiniana de San Jorge en los trabajos que realiza cada vez que se necesita su presencia y su profesionalidad con un cuadro con la Cruz Constantiniana bordada.
Al Sr. D. Antonio Martín Ruiz, por hacer de la Orden Constantiniana en Albacete un referente, por su capacidad humana de servir a los demás en cualquier circunstancia sin solicitar nunca nada a cambio, por su capacidad de trabajo férreo en la defensa de la fe a través de la Semana Santa, y su siempre ejemplo evangélico y modélico. Se le distinguió con diploma y medalla de Benemerencia de Plata. Para finalizar, en nombre de todos los asistentes y componentes de la Orden Constantiniana de San Jorge, se le hizo entrega al Excmo. y Rvdmo. Monseñor D. Ángel Fernández Collado por parte del delegado, el Ilmo. Sr. D. Rafael Marcos y Pardo de un Rosario Misionero para mantenernos siempre unidos en la oración y por intercesión de María pedir al Padre por las intenciones y necesidades de todo el mundo. La jornada finalizó con las diferentes fotos de familia.