El sábado 12 de diciembre de 2020, tuvieron lugar las primeras Jornadas de Caridad y Voluntariado organizadas por la Delegación de Castilla-La Mancha y el Antiguo Reino de Murcia. En dichas jornadas se puso en valor el trabajo de las personas que, mediante su entrega y sacrificio, tienen el compromiso de «vivir la caridad en medio del mundo».
Las jornadas han contado con la participación del Director de Cáritas Castrense, y hermano de hábito, el Ilmo. Sr. D. Juan Luis Doncel Paredes, Delegado en Aragón, Navarra y La Rioja, Coronel de Intendencia del Ejército de Tierra y doctor en Ciencias Empresariales. En la actualidad, lidera varios proyectos de voluntariado como el apoyo y logística en atención a comedores sociales, residencias de mayores, en nuestro país y el envío de ropa y juguetes al Líbano. En 2020 ante la pandemia de la Covid19, coordinó la movilización de recursos para ayudar y atender necesidades urgentes como la desinfección de residencias de mayores o la distribución de menús para sanitarios en los hospitales.
De igual forma se ha contado con la experiencia del Ilmo. Sr. D. Eduardo Moreno y Calero, caballero de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén, que colabora y participa en proyectos de voluntariado a nivel nacional e internacional. Licenciado en farmacia por la Universidad de Alcalá, cuenta con el máster en Dirección Comercial y Marketing de Industria Farmacéutica en CESIF. Como experiencias de voluntariado ha participado como sanitario en las Jornadas Mundiales de la Juventud de Madrid en 2011, ha realizado voluntariado asistencial a migrantes y personas en riesgo de exclusión social en la Casa de Acogida de Ntra. Sra. de las Angustias de Alcalá, voluntariado sanitario internacional en Turkana (Kenia/Etiopía), voluntariado cultural en el Terra Sancta Museum de Jerusalén. Durante los meses de pandemia en 2020, colaboró con la Fundación Altius repartiendo comida en Madrid. Forma parte de la comisión organizadora de voluntariado en la Lugartenencia de España Occidental de la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén.
El Secretario de la Delegación Ilmo. Sr. D. Manuel Augusto Mateos y Rodero, daba paso al programa y a los saludos por parte del Delegado, Ilmo. D. Rafael Marcos y Pardo, como del Presidente de la Real Comisión para España, Excmo. Sr. Duque de Linares. Este último abría el turno de palabras, haciendo especial hincapié en la relación de la caridad con las obras de Misericordia y su nexo de unión con el voluntariado del siglo XXI.
El coronel Juan Luis Doncel, abordó el tema de la estructura, organización y misiones de Cáritas Castrense destacando la asistencia que presta a todo el personal que trabaja y colabora en las Fuerzas Armadas y Cuerpos de Seguridad del Estado y a otros colectivos con necesidad. Compartió sus vivencias y experiencia e insistió en la importancia del servicio a los demás. Puso en valor que la dimensión universal de la Caridad no conoce fronteras y llega a las personas más necesitadas del planeta, siempre a través de las personas, Iglesias locales, asociaciones y las Cáritas hermanas con las que trabajamos.
Para finalizar su turno de intervención subrayó: “Estamos presentes junto a los pueblos y comunidades que sufren emergencias. Actuamos antes, durante y después del desastre, conflicto o crisis humanitaria, trabajando para mejorar la capacidad de respuesta y lograr una rápida recuperación (…) el voluntariado es una experiencia de entrega a las personas en situación de vulnerabilidad y de quienes tienen necesidad y sufren en silencio”
En este sentido, el segundo testimonio versó sobre la importancia de las experiencias que Eduardo Moreno y Calero, ha tenido a lo largo de su vida. Éstas le han llevado a colaborar en el desarrollo de proyectos que ponen a las personas en el centro de las acciones al servicio de los derechos humanos, y que prioriza el cuidado de las personas desvalidas que sufren la persecución, pobreza y guerra.
Supo trasladar sus vivencias y momentos que le han marcado en su voluntariado tanto a nivel nacional como internacional, encontrando a Cristo en los rostros de los ancianos y enfermos, madres y niños desnutridos, y todos aquellos que por sus creencias, religión o raza son perseguidos hasta la muerte. Quiso compartir también que se sentía reconfortado en saber que ha dejado una parte de sí mismo, de su corazón, en cada proyecto y cada gesto que ha compartido con personas que no tienen nada.
Para finalizar, quiso reivindicar la Caridad cristiana, situando el foco de atención en la entrega y esfuerzo que realizan los voluntarios para dignificar a los seres humanos. Dejó constancia de varias de sus preocupaciones: la migración, la persecución religiosa en África y que Europa tiene dos grandes retos que plantearse: plantar cara a las mafias que trafican con inmigrantes y tutelar los derechos humanos y la libertad religiosa en los países de nuestro entorno.
Eduardo Moreno remarcó que “el gran reto como personas debe ser volver a humanizarnos y despetrificar nuestro corazón, volviendo así a conmovernos por las personas que pasan hambre, que mueren ahogados o perseguidos y actuar”
Para dar por concluidos los testimonios, el Ilmo. Sr. Delegado de la Orden Constantiniana en Castilla-La Mancha y el Antiguo Reino de Murcia, tomó la palabra para dar las gracias tanto a los ponentes como asistentes, que debido a las restricciones de movilidad y siguiendo la normativa vigente, se celebró por vídeo conferencia.
Hizo especial hincapié en que no podemos quedarnos con los brazos cruzados “debemos devolverle a la sociedad, lo que la sociedad nos ha dado. Es preciso ofrecer sin complejos, sin miedo y al mismo tiempo de una manera humilde y ejemplar, nuestros servicios a quienes lo necesitan y no lo piden” porque todos juntos somos más fuertes y con esfuerzos desinteresados, moveremos el corazón del mundo.
El Ilmo. y Rvdmo. D. Eduardo Alonso Morala, Maestro de Ceremonias Eclesiástico de la Real Comisión para España, dio por concluidas la Jornada con una reflexión final que versó sobre cómo vivir el voluntariado como una preparación para la Navidad, “como un fruto del Adviento. Y como toda la vida es Adviento, porque toda la vida nos preparamos para el encuentro definitivo con el Señor, hemos de vivir siempre colaborando con los demás, siendo generosos y practicando la justicia del amor”.
En palabras del Capellán de nuestra Orden: “el profeta Isaías da al Niño que nos ha nacido, al Hijo que se nos ha dado, los nombres de maravilloso Consejero, Dios Guerrero, Padre Perpetuo, Príncipe de la Paz. San Efrén en el siglo IV le da muchos nombres a Jesús: bueno, médico, silencioso, oculto, viviente… tal vez nosotros podríamos llamar a Jesús, el voluntario que se inclina sobre nuestras pobrezas con las manos de los «voluntarios» que, en su nombre, sabiéndolo o sin saberlo, curan las heridas de los hombres”.
Considerando que la caridad es una misión de todos y para todos, la Delegación de Castilla-La Mancha y el Antiguo Reino de Murcia, de la Orden Constantiniana ha querido plasmar los sentimientos y experiencias reales de personas entregadas, que conocen la dura realidad en la que nos encontramos. Esta Jornada ha contado con la asistencia, vía conexión en formato videoconferencia, de personas de todos los puntos de nuestra geografía, miembros de nuestra Sagrada Milicia y responsables de instituciones y asociaciones tanto de ámbito privado como público de primer nivel, que nos han enriquecido con sus intervenciones.