El día 19 de diciembre, IV domingo de Adviento, se celebró en la Parroquia Castrense de la Inmaculada Concepción de Barcelona -sede prioral de la O. Constantiniana en Cataluña- un solemne pontifical presidido por S.E. Rvdma. Mons Bernardito Azuza. Respondiendo a la invitación del rector de esa parroquia, el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Francisco-Javier Orpinell, Prior de la Delegación de Cataluña; Mons. Azuza quiso desplazarse expresamente para oficiar el sagrado rito y predicar en esa fecha que marca el fin del Adviento, a las puertas ya de la Natividad del Señor. El Vicario General del Arzobispado Castrense de España, Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Carlos Jesús Montes, se desplazó a su vez desde Madrid para participar en la Eucaristía.
La ceremonia contó con la asistencia de representantes de las principales instituciones civiles y militares de Barcelona. Entre las primeras, representantes del consejo de gobierno y consistorio del Excmo. Ayuntamiento de Barcelona. Las Fuerzas Armadas así como las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se hicieron presentes a través de sus diferentes mandos, destacando la presencia del Inspector General, Excmo. Sr. D. Fernando Aznar, Teniente General; y del Gobernador Militar de Barcelona, Excmo. Sr. D. Joaquín Broch, general de brigada.
La delegación catalana de la Orden Constantinana asistió corporativamente, situada en lugar preferente en la Capilla constantiniana del Santísimo, encabezada por su Delegado e.f., el Ilmo Sr. D. Daniel Aznar, y otros caballeros, entre los cuales varios miembros del Consejo: Ilmos. Sres. D. Víctor Barrallo, Tesorero-Intendente y Ceremoniero, y D. Josep Gascón, Consejero de Obra Humanitaria.
Estuvieron también presentes la Orden de Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén, representada por su Lugarteniente en la España Oriental, Excmo. Sr. D. Juan Carlos de Balle, junto a otros caballeros y damas; así como la Soberana Orden de Malta, cuya representación encabezó su Delegado en Cataluña, Ilmo. Sr. D. Ignacio de Puig.
A su llegada al templo tras recibir el saludo de las autoridades civiles y militares, Mons. Azuza acudió a la Capilla Constantiniana del Beato Emperador, dónde se custodia al Santísimo, para adorarlo. Allí le recibió el Delegado de la Orden en Cataluña, quién tuvo ocasión de explicarle la vinculación de la milicia constantiniana a ese templo y esa capilla, y le obsequió con un Libro de la Historia de la Orden. El Nuncio de S.S., agradeció el gesto transmitiendo sus mejores deseos a todos los miembros de la Orden y a su Gran Maestre.
A lo largo de su homilía Mons. Azuza quiso reflexionar sobre el significado del adviento, como preparación para la recepción del Señor, glosando las virtudes de María, que son una referencia para todos los cristianos.
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