El 19 de diciembre ha tenido lugar en la Parroquia Castrense de la Ciudadela de Barcelona, Iglesia Prioral de la Real Delegación del Principado de Cataluña, una Santa Misa con la que se ha querido sustituir al tradicional almuerzo de Navidad que por motivos de la pandemia no se ha podido celebrar.
Pese a las dificultades propias del momento, que han impedido a algunos miembros de la Real Delegación a asistir a la Misa debido a las restricciones de movilidad en Cataluña, se han congregado en torno al altar una numerosa representación.
La celebración eucarística se ha desarrollado en la capilla constantiniana dedicada al Beato Emperador Carlos de Austria, bellamente ornamentada para la ocasión. En su homilía el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Javier Orpinell, Prior de la Delegación catalana ha destacado que las Ordenes de Caballería nacieron en tiempos de dificultad, resaltando que los caballeros y damas de nuestra Sacra Milicia deben articular su vida alrededor de tres principios; el ejemplo personal impregnado del ideal cristiano, el apostolado, dando testimonio de la palabra y de la acción de la Iglesia, y la caridad hacia prójimo necesitado.
Finalizada la Misa, el Canciller y Delegado en funciones, Ilmo. Sr. Dr. D. Daniel Aznar se dirigió a los miembros de la Orden animándoles a colaborar en la recién constituida Caritas Castrense de Barcelona, en la que nuestra Delegación como entidad cofundadora ostenta una vocalía, no sólo económicamente sino también en el voluntariado. Al final de su intervención el Canciller tuvo unas emotivas palabras de homenaje y reconocimiento a la labor realizada por el anterior Delegado, Excmo. Sr. D. Francesc Xavier Montesa, quien durante 18 años estuvo al frente de esta porción de la Orden Constantiniana en Cataluña.