Con profunda tristeza hemos conocido el fallecimiento, el pasado día 20 de abril, de nuestro Hermano de Hábito, el Excmo. Sr. D. José Joaquín Puig de la Bellacasa y Urdampilleta,
Nacido en Bilbao, el 5 de junio de 1931. Su padre fue un prestigioso Ingeniero Industrial nacido en Barcelona, perteneciente a una antigua e ilustre familia gerundense que se remonta al siglo XIII con solar en Bañolas (Gerona). Su padre era primo carnal del destacado político de la Lliga Regionalista, Luis Puig de la Bellacasa y Déu, que participó en «Las Bases de Estoril» de 1946 y formó parte del consejo privado de Don Juan de Borbón.
Se licenció en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid en 1953, amplió estudios en New College de Oxford, Colegio de Europa en Brujas e ingresó en la carrera diplomática. En sus años universitarios formó parte de las juventudes monárquicas, dirigidas por Joaquín Satrústegui, que propugnaban la restauración monárquica en la persona de Don Juan de Borbón. Contrajo matrimonio en 1960 con la también bilbaína Paz de Aznar e Ybarra con quién tuvo seis hijos.
Siempre al servicio de España y de la Corona, nunca militó en ningún partido político, renunció a cargos y prebendas políticas ofrecidos por el régimen franquista y varios gobiernos de la democracia por lealtad a lo permanente, representado en una idea de fiel y sincero servicio a la monarquía de todos los españoles. Está considerado uno de los artífices en la sombra de la Transición Española.
De familia monárquica y convicciones demócratas, liberales y europeístas, además su pariente el diplomático Ramón Padilla Satrústegui era el Secretario particular de Don Juan de Borbón. Desde muy joven apoyó, manifestando su adhesión, la causa de reconciliación y concordia nacional encabezada por Don Juan de Borbón, Conde de Barcelona, mediante reformas políticas hacia un Estado de derecho, régimen democrático y apertura e integración europea e internacional en el marco de la monarquía parlamentaria como alternativa a la dictadura del General Franco. En aquella época fue miembro fundador de la Asociación Española de Cooperación Europea, que reunía a notables «juanistas» conservadores, liberales y democristianos críticos con el régimen, como Íñigo Cavero, Fernando Álvarez de Miranda, José María Ruiz Gallardón, Emilio Alonso Manglano, Juan Carlos Guerra Zunzunegui, Guillermo Luca de Tena o Leopoldo Calvo-Sotelo. Estando Jesús Pabón al frente del consejo privado del Conde de Barcelona, este quiso que en 1966 fuera a Estoril para suceder al fallecido Ramón Padilla como Secretario particular de Don Juan, no obstante, el Conde de Barcelona consideró que sería mejor que estuviera cerca de su hijo el Príncipe Don Juan Carlos.
En 1959 ingresó en la Escuela Diplomática, pasando a ser secretario de Embajada de la Dirección General de Política Exterior en 1961 y subdirector del Gabinete del ministro de Asuntos Exteriores, Fernando María Castiella, entre 1962 y 1969. Durante 1970 estuvo en la Secretaría General Técnica del Ministerio de Asuntos Exteriores, para después ser destinado como consejero de la embajada de España en Londres de 1971 a 1974, con Manuel Fraga de embajador y Fernando Morán de cónsul, desde donde se adhirió al Grupo Tácito.
A comienzos de 1974 el entonces príncipe Juan Carlos lo llamó para que fuera su secretario particular. Gracias a contar con la plena confianza de Don Juan Carlos y siguiendo su hoja de ruta, pudo realizar una importante y decisiva labor durante la transición democrática para la restauración de la monarquía constitucional y un régimen de libertades y democracia parlamentaria en España. Llevando a cabo misiones delicadas como enlace con la oposición democrática al franquismo y dando a conocer la nueva monarquía pluralista y demócrata en España y el exterior, también se ocupó de las relaciones con los medios de comunicación nacionales y extranjeros. Junto con Don Juan Carlos escribió el discurso de su proclamación como Rey Juan Carlos I, el 22 de noviembre de 1975.
En 1976 regresó al Ministerio de Asuntos Exteriores, siendo José María de Areilza Ministro, como Director general de Cooperación Técnica Internacional. Ese mismo año fue nombrado Director General del Servicio Exterior.
Culminó su segunda estancia en el Palacio de Santa Cruz como Subsecretario de Asuntos Exteriores entre 1978 y 1980, siendo Ministro Marcelino Oreja. A finales de ese año, Adolfo Suárez lo nombró Embajador de España ante la Santa Sede y la Soberana Orden de Malta, para suceder al fallecido Ángel Sanz Briz. Hasta 1983 que pasó a encabezar la misión diplomática española en el Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte (1983-90), estando Fernando Morán al frente del Ministerio, también entre 1988 y 1990 fue Representante Permanente en el Consejo de la UEO, Unión Europea Occidental, con sede en Londres.
Durante su etapa como Embajador en Roma y Londres, organizó con reconocido éxito las que fueron consideradas como visitas históricas: la primera visita de un Papa a España, Juan Pablo II (1982), de diez días de duración y con el gobierno de UCD en funciones, y el primer intercambio de viajes de Estado entre los soberanos de España y el Reino Unido, Isabel II (1986, Reino Unido y 1988, España). Asimismo, organizó la primera visita de un Primer Ministro Británico a España, Margaret Thatcher (1988), y de los Príncipes de Gales (1987). Durante sus siete años en la capital británica su labor fue muy elogiada, especialmente por su tacto en las cuestiones sobre el contencioso de Gibraltar. La Reina Isabel le nombró Caballero gran cruz de la Real Orden Victoriana.
Al jubilarse el marqués de Mondéjar como Jefe de la Casa del Rey en enero de 1990, el rey lo designó Secretario General de su Casa. En 1991, con Francisco Fernández Ordóñez de Ministro, volvió a la carrera diplomática y fue nombrado Embajador en Portugal.
En 1995 volvió a Madrid y se jubiló del servicio diplomático en 1996 siendo Presidente del Consejo Superior de Asuntos Exteriores. A principios de 1997, fue nombrado por el Consejo de Ministros miembro del Consejo de Estado como Consejero Electivo de Estado, presidiendo la histórica institución su viejo amigo demócrata y monárquico Íñigo Cavero. En abril de 2005 el expresidente del Gobierno José María Aznar le propuso ser su padrino, junto con Landelino Lavilla, en su toma de posesión como Consejero de Estado.
Formó parte de los consejos de administración de Tecniberia, Iberia, Banco Exterior de España y Junta de Energía Nuclear (siendo Director General y Subsecretario de Asuntos Exteriores), y una vez jubilado de la carrera diplomática de Meliá Hotels International, BBVA Portugal y Presidente de Intecsa-Inarsa.
Fue Vicepresidente de la Unión Internacional Paneuropea para España, Patrono de la Fundación Hispano Británica, Vocal de la Junta Rectora del INCIPE (Instituto de Cuestiones Internacionales y Política Exterior) y «Honorary Fellow» del Queen Mary and Westfield College de la Universidad de Londres.
Fue condecorado con varias grandes cruces y condecoraciones españolas y extranjeras, entre ellas la gran cruz de la Orden de Isabel la Católica, la gran cruz de la Orden del Mérito Naval y la encomienda de número de la Orden de Carlos III. Fue también Caballero de la Orden de Calatrava y del Real Estamento Militar del Principado de Gerona.
El 16 de junio de 1989 ingreso en la Orden Orden Constantiniana como caballero Gran Cruz de Justicia motu propio por nombramiento de S.A.R. El Srmo. Sr. Príncipe Don Carlos de Borbón-Dos Sicilias y Borbón-Parma, Duque de Calabria, anterior Gran Maestre.