Europa y España se encuentran sumidas en una crisis de alcance global como consecuencia de la mayor pandemia conocida desde hace más de un siglo, el Covid-19. Las consecuencias sociales de la parálisis económica derivada de la pandemia ya se han puesto de manifiesto de manera dramática. Ante esta situación cada gesto cuenta. La Orden Constantiniana, más allá de sus actuaciones corporativas, basa su acción en el compromiso personal de cada uno de sus miembros con los valores del Evangelio. Así, los caballeros y damas de nuestra Sacra Milicia están llamados a vivir inspirados por la Caridad exigente de la Caballería Cristiana. Muchas son las actuaciones a menudo silenciosas que los miembros de la Orden desarrollan, haciendo honor a la discreción de la verdadera Caridad. Sin embargo, en esta coyuntura de desasosiego, hemos solicitado a algunos caballeros y damas constantinianos que compartiesen su testimonio para que pueda servirnos de inspiración, y también para infundir Esperanza en un tiempo de crisis. Agradecemos a esos hermanos de hábito que hayan accedido a salir del anonimato, generosamente, para dar con su testimonio todo el sentido al lema de nuestra Sacra Milicia: “IN HOC SIGNO VINCES”.
Robert Guirao Bailén es caballero de Mérito de la Orden Constantiniana.
El pasado día 9 de abril, hicimos la donación al Servicio Andorrano de Atención Sanitaria (SAAS) de un ventilador mecánico invasivo de alta calidad para incorporarlo a la unidad de cuidados intensivos (UCI) y ampliar la capacidad del centro hospitalario ante la pandemia del coronavirus. En ese momento numero de personas afectadas con necesidad de respiración artificial aumentaba, y era difícil de conseguir maquinas de ventilación mecánica.
Junto con este valioso equipo medico también hicimos donación de otro tipo de material sanitario y de protección para el personal sanitario y otros cuerpos especiales (como Policía, Aduana). El respirador es de la casa alemana Dräger modelo Evita2Dura, siendo una de las tecnologías punteras en la materia. Hemos donado también mas de 5.000 mascarillas de protección KN95 del Reino Unido i China, para combatir la pandemia, así como gafas protectoras con pantalla facial incorporada que se fabrican en los Estados Unidos, todo esto donado a diferentes departamentos del Gobierno de Andorra.
Con esta labor quisimos aportar nuestro grano de arena a esta batalla y ser solidarios con todos nuestros conciudadanos, como cualquier caballero. Sentí que debía hacer el bien para la comunidad para salvar y protegerla, a mis amigos, mis vecinos, mis familiares, a todos.
Gracias a mi profesión, con contactos en todo el mundo inicié una búsqueda de material para llevarlo hasta Andorra y para hacer donación al único hospital y el personal de la administración andorrana (sanitario y cuerpos especiales) , y todo esto para ayudar a salvar un máximo vidas. No fue una tarea fácil traer el ventilador mecánico de Alemania a Andorra. Andorra no tiene aeropuerto y con las dos fronteras cerradas (entre Francia y España). Pero después de dialogar con diferentes controles fronterizos, y explicando la gran necesidad de esta maquina, al final lo conseguimos.
El virus no entiende de nacionalidades y la epidemia no tiene raza. Ataca tanto a ricos como pobres. La única forma de derrotar el virus requiere trabajar todos juntos con un espíritu de solidaridad, generosidad, protección y asistencia a todos los necesitados. En definitiva, los principios básicos de la caballería cristiana.